El uso de espejos en la decoración de tu casa aporta varios beneficios. Entre otras cosas, pueden hacer que una habitación parezca más espaciosa y luminosa. No obstante, a la hora de elegir el espejo ideal para tu hogar hay que tener en cuenta varios aspectos: dónde quieres ponerlo, qué uso pretendes darle, qué tamaño y marco son los adecuados, etc. En esta guía te ofrecemos nuestros mejores consejos.
Tipos de espejos
Hay espejos de pared, diseñados para ser colgados, y espejos más finos que no es necesario montar en la pared. Por último, hay espejos independientes que se pueden apoyar. Todos ellos disponibles en diferentes estilos y tamaños
Tamaño del espejo
Una de las primeras cosas que hay que decidir es el tamaño:
Si vas a colgar el espejo en un vestidor, lo más probable es que quieras verte de cuerpo entero mientras eliges qué ponerte. Un espejo para el vestíbulo puede ser de tamaño grande o mediano para poder mirarte y retocarte justo antes de salir de casa.
Aunque solo uses el espejo como elemento decorativo, no tengas miedo a darlo todo y hacer del espejo el elemento central de la habitación. Sobre todo, si este tiene un marco decorativo.
Asegúrate también de elegir un espejo proporcional a los otros elementos de la estancia. Si lo cuelgas sobre un aparador o un sofá, ten en cuenta que el espejo debería medir alrededor de dos tercios del tamaño de los muebles y no ser más ancho que aquello que tenga debajo.
Forma del espejo
Los espejos cuadrados o rectangulares son probablemente los más comunes y parecen ser la opción más segura, además de ser fáciles de colocar en una pared. No obstante, hay otras formas que también tienen ventajas. Un espejo redondo u ovalado es una gran opción que puede suavizar la apariencia de un sofá angular.
Marco del espejo
Los espejos están disponibles sin marco o con una gran variedad de marcos diferentes: negros, blancos, dorados o de madera, anchos o estrechos, simples o decorados. En gran medida es el marco del espejo el que define el estilo y determina si el espejo va acorde con la decoración interior.
Aun así, un espejo puede ser también el elemento que añade un contraste adecuado a tu decoración. Si tu estilo es muy romántico, un espejo con un marco simple puede ser la elección perfecta. Si tu estilo es minimalista, un espejo con un marco bonito y ornamentado puede hacer que destaque.
Si quieres hacer que una habitación pequeña parezca mucho más espaciosa busca un espejo sin marco. Es una de las mejores maneras de hacer que un mismo espacio parezca más grande de lo que realmente es.
Posición en la pared
Una de las reglas de oro es que al colgar el espejo la distancia entre el suelo y el centro del espejo sea de unos 150-160 cm aproximadamente.
Si cuelgas el espejo sobre un aparador o una mesa consola debes posicionarlo unos 25-30 cm por encima.
El espejo debe estar centrado en la pared o respecto al sofá o la chimenea que tenga debajo, pero, como los espejos tienen diferentes propósitos, hay excepciones para esta regla de oro; como, por ejemplo, que quieras capturar una cierta imagen.
¿Dónde necesitas un espejo?
No debes limitarte a colgar un espejo solo en el baño o en el vestíbulo. Los espejos tienen muchas ventajas y son ideales para los salones, los comedores o cualquier habitación pequeña u oscura, donde ayudan a que el espacio sea vea más abierto y luminoso. No obstante, hay ciertas cosas que debes evitar a la hora de decorar con espejos:
No cuelgues un espejo frente a tu cama. Cuando quieras irte a dormir es importante que no te moleste ver reflejados tus movimientos o los de tu pareja.
No cuelgues un espejo frente a otro. Esto hará que la luz y los reflejos salten de uno a otro de forma repetida.
No cuelgues un espejo directamente frente a una ventana. El espejo hará que tu habitación esté iluminada, pero con una luz muy deslumbrante.
No elijas un espejo con marco de madera para tu cuarto de baño. El espejo debería ser resistente a la humedad y la condensación.
Traducido por Theodora Stana