¿Tienes noches con sueño inquieto o dolores de articulaciones o de espalda durante todo el día? Entonces puede que el colchón de espuma fría sea el ideal para ti. Por el soporte que proporciona yacerás recto y tus músculos podrán relajarse por fin por las noches. La excelente elasticidad en puntos específicos cede en las zonas adecuadas y ofrece al resto del cuerpo un apoyo óptimo. Como consecuencia del proceso de fabricación especial, el colchón de espuma fría muestra en su interior una estructura de espuma con poros abiertos e irregulares y garantiza así la suficiente ventilación. Este perfecto estado higiénico beneficia a los alérgicos. Se consigue más fácilmente y mejor un ambiente seco para dormir. A propósito, si eres friolero, te aconsejamos que escojas este tipo de colchón. El aislamiento térmico guarda el calor corporal y lo emite lentamente de nuevo hacia el mundo exterior. Los colchones de espuma fría no se inclinan cuando te mueves. Tan pronto como cambias de posición y la carga por compresión desparece, el colchón de espuma fría vuelve a su posición inicial.